Temerosa de la persecución de su ex recién salido de prisión, la criada Dagmar vive sin dejar rastro. Sirve café a Alice, la hija del jefe, que intenta encontrar salidas al acoso que sufre por parte de su jefe. Una caja anónima dejada en la puerta revela un conejo muerto e interrumpe la rutina, lo que desencadena sucesos extraños, llamadas telefónicas sospechosas y sonidos repetidos de alguien que observa desde afuera.