Eva es una mujer trans que comparte su hogar con su hijo Gustavo, Ambos tienen personalidades fuertes y chocan por la falta de diálogo. Gustavo es irresponsable y no colabora en casa, además ha llevado a vivir en casa a su novia Sofía, que está en el octavo mes de embarazo. En su celebración de cumpleaños, Eva recibe múltiples llamadas perdidas de Gustavo y descubre que su nuera ha muerto en un parto de emergencia, pero la bebé sobrevive. Eva inicialmente cuida de su nieta debido al duelo de Gustavo, pero con el pasar del tiempo este sigue sin mostrar interés. Una vecina sugiere la adopción, pero Eva se niega, afirmando que la niña ya tiene una familia. Al darse cuenta que apoyar a Gustavo no funciona, Eva cambia de táctica y se desliga de la bebé, presionando a Gustavo para que asuma la responsabilidad. Ante la falta de resultados y en la búsqueda de romper ciclos familiares de irresponsabilidad, Eva propone la adopción a Gustavo, quien se niega. Ambos enfrentan un momento de catarsis donde expresan sus sentimientos, marcando el comienzo de un viaje hacia el equilibrio y la comprensión mutua.