El 5 de abril de 2019 más de 500 colombianos residentes en el exterior se congregaron enfrente de la Corte Penal Internacional en La Haya, Holanda, para pedir por el cese de los crímenes de líderes sociales en el país desde la firma de los acuerdos de paz. Casi sin proponérselo, esta manifestación convertiría en un hecho sin precedentes en la historia de la diáspora colombiana y determinaría su nacimiento como colectividad activa en el destino del país.