Manuela Santos (30) madre de 2 niñas, vive en un cantón rural de Morazán al oriente de San Salvador, con sus padres y su hermana, padece de Linfoma de Hodgkin y no lo sabe. Años después de ser abandonada por su esposo qué migró para Estados Unidos, conoce a Óscar, un conductor de autobús del cual se enamora y embaraza. Óscar la abandona y Manuela
sufre una emergencia obstétrica producto del linfoma, quedando inconsciente. Su familia la lleva al hospital dónde es acusada de aborto. Los fiscales inician el proceso de investigación y es sentenciada a 30 añosde prisión.